Oraciones

Oración por los que sufren

Oración por los que sufren

Señor, mi alma está llena de amargura y me arriesgo a que me abrumen con la desesperación. Y sin embargo, ¡Usted predijo este sufrimiento mío! Voy entonces a preguntarme por qué no usaste tu omnipotencia para evitarlo. Pero inmediatamente pienso en el hecho de que, para salvar al mundo, Usted mismo ha elegido, entre mil fórmulas a su disposición, la del dolor, y lo ha pagado en persona en una medida increíble. Si el dolor no tuviera en sí mismo un inmenso poder de redención y bien, no lo habrías elegido para la ejecución de tu plan de amor, y mucho menos para tus más queridos amigos. Es sin duda una ley extraña, casi desconcertante. Pero me aseguras que es la ley de la vida y la salvación. Dame, entonces, oh Señor, la fuerza para aceptarlo, en la clara visión de esta invaluable prerrogativa tuya. Dame la profunda convicción de que este sufrimiento mío se funde con Tu pasión y Tu dolor, y así adquiere un valor incalculable. Si en un instante de debilidad se me escapa un gesto de rebelión, protestando por mi inocencia, recuérdame, oh Señor, que Tú, aunque infinitamente bueno, has sido crucificado! Y renueva en mí el coraje de aceptar lo que me reserva esta misteriosa ley del dolor, que día a día está restaurando el derecho del mundo a la esperanza. Que así sea.

Oración por la liberación

Oración por la liberación

Señor, tú eres grande, tú eres Dios, tú eres Padre, nosotros te rogamos, por la intercesión y con la ayuda de los arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel, que nuestros hermanos y hermanas sean liberados del maligno que los ha esclavizado. Oh, santos, venid todos en nuestra ayuda.

De la angustia, la tristeza y las obsesiones, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor. Del odio, la fornicación y la envidia, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor. De los pensamientos de celos, de rabia y de muerte, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor. De todo pensamiento de suicidio y de aborto, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor. De toda forma de desorden en la sexualidad , nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor. De la división de la familia, de toda amistad mala: Líbranos, oh Señor. De toda forma de maleficio, de hechizo, de brujería y de cualquier mal oculto, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
Amén.
Oh, Señor, que dijiste “la paz os dejo, mi paz os doy”, por la intercesión de la Virgen María concédenos ser librados de toda maldición y gozar siempre de tu paz. Por Cristo Nuestro Señor. ¡Amén!

Oración por la salud

Oración por la salud

Señor, Jesús, creo que estas vivo y resucitado. Creo que estas realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar y en cada uno de los que en ti creemos.
Te alabo y a te adoro. Te doy gracias, Señor, por venir hasta mi como pan vivo bajando del Cielo. Tu eres la plenitud de la vida. Tu eres la resurrección y la vida. Tu eres, Señor, la salud de los enfermos.
Hoy quiero presentarte todas mis enfermedades porque tu eres el mismo ayer, hoy y siempre y tu mismo me alcanzas hasta donde estoy.
Tu eres el Eterno presente y tu me conoces… ahora, Señor te pido que tengas compasión de mi. Visitame a través de tu Evangelio para que todos reconozcan que tu estas vivo en tu Iglesia hoy; y que se renueve mi Fe y mi Confianza en ti. Te lo suplico, Jesús.
Ten compasión de mis sufrimientos físicos, de mis heridas emocionales y de cualquier enfermedad de mi alma.
Ten compasión de mi, Señor. Bendíceme y haz que vuelva a encontrar la salud. Que mi fe crezca y me abra a las maravillas de tu amor, para que también sea testigo de tu Poder y de tu Compasión.
Te lo pido, Jesús, por el Poder de tus Santas Llagas, por tu Santa Cruz y por tu preciosa Sangre.
Saname, Señor.
Sana mi Cuerpo
Sana mi Corazón
Sana mi Alma
Dame Vida y Vida en Abundancia. Te lo pido por intercesión de Maria Santísima, tu Madre, la Virgen de los Dolores, la que estaba presente, de pie, cerca de la cruz.
La que fue la primera en contemplar tus Santas Llagas y que nos diste por madre.
Tu nos has revelado que ya has tomado sobre ti, todas nuestras dolencias y por Ti hemos sido Curados.
Hoy, Señor, te presento en Fe todas mis enfermedades y te pido que me sanes Completamente.
Te pido por la Gloria del Padre del Cielo, que también sanes a los enfermos de mi familia y mis amigos.
Haz que crezcan en la Fe, en la Esperanza y que reciban la Salud para Gloria de tu Nombre. Para que tu Reino siga extendiéndose mas y mas en los Corazones a través de los signos y prodigios de tu Amor. Todo esto te lo pido, porque tu eres Jesús.
Tu eres el buen pastor y todos somos ovejas de tu rebaño.
Estoy tan seguro de tu Amor que aun antes de conocer el resultado de mi oración, en Fe, te digo: Gracias Jesús, por lo que tu vas a hacer en mi y en cada uno de ellos.
Gracias por las enfermedades que tu estas sanando ahora, Gracias por los que tu estas visitando con tu Misericordia….. Amén

Oración para la curación interior

Oración para la curación interior

Señor Jesús, Tú has venido a curar los corazones heridos y atribulados, te ruego que cures los traumas que provocan turbaciones en mi corazón; te ruego, en especial que cures aquellos que son causa de pecado.
Te pido que entres en mi vida, que me cures de los traumas psíquicos que me han afectado en tierna edad y de aquellas heridas que me los han provocado a lo largo de toda la vida.
Señor Jesús, Tú conoces mis problemas, los pongo todos en Tu corazón de Buen Pastor.
Te ruego, en virtud de aquella gran llaga abierta en Tu Corazón, que cures las pequeñas heridas que hay en el mío.
Cura las heridas de mis recuerdos, a fin de que nada de cuanto me ha acaecido me haga permanecer en el dolor, en la angustia, en la preocupación.
Cura, Señor, Todas esas heridas que, en mi vida, han sido causa de raíces de pecado.
Quiero perdonar a todas las personas que me han ofendido, mira esas heridas interiores que me hacen incapaz de perdonar.
Tú que has venido a curar los corazones afligidos, cura mi corazón.
Cura, Señor Jesús, mis heridas íntimas que son causa de enfermedades físicas.
Yo te ofrezco mi corazón, acéptalo, Señor, purifícalo y dame los sentimientos de Tu Corazón Divino.
Ayúdame a ser humilde y benigno.
Concédeme, Señor, la curación del dolor que me oprime por la muerte de las personas queridas.
Haz que pueda recuperar la paz y la alegría por la certeza de que Tú eres la Resurrección y la Vida.
Hazme testigo auténtico de Tu Resurrección, de Tu Victoria sobre el pecado y la muerte, de Tu Presencia de Viviente entre nosotros. Amén.

Oración para la curación física

Oración para la curación física

Señor Jesús, te adoro y te agradezco por la fe que me has dado en el bautismo
Tu eres el hijo de Dios hecho hombre. Tu eres el Mesías Salvador.
En este momento quiero decirte como Pedro: «No existe bajo el cielo otro nombre dado a los hombres, por el cual podamos ser salvados».
Te acepto Señor Jesús en mi corazón y en mi vida: quiero que tu seas mi Señor absoluto.
Perdona mis pecados, como has perdonado los pecados del paralítico del Evangelio.
Purifícame con tu sangre divina. Yo dejo a tus pies mis sufrimientos y enfermedades.
Cúrame, Señor, por el poder de tus llagas gloriosas, por tu Cruz, por tu preciosísima sangre.
Tu eres el buen pastor y yo soy una de las ovejas de tu rebaño: ten compasión de mí.
Tu eres Jesús el que ha dicho: «Pidan y les será dado». Señor, el pueblo de Galilea te buscaba para dejar sus enfermos a tus pies y tu los curabas.
Tu eres siempre el mismo, tu tienes siempre el mismo Poder.
Yo creo que tu puedes curarme porque tienes la misma compasión que tenías por los enfermos que encontrabas, porque tú eres la resurrección y la vida.
Gracias, Jesús, por lo que harás: yo acepto tu plan de amor para mí.
Creo que me manifestarás tu Gloria. Antes de conocer como intervendrás, te agradezco y te alabo.
Señor tu sabes los que es sufrir por amor, haz que si sufro, sea por amor, y por tu amor, alivia mi sufrimientos, si es tu Santa Voluntad, y colabora a mi Santidad.
Pero por sobre todo, hazme amar tu voluntad, y mándame lo que tu quieras.
Por los méritos de tu pasión, Tu que eres Dios y reinas, por los siglos de los siglos.
Amén

Espíritu del Señor

Espíritu del Señor, oración contra todo mal

Espíritu del Señor, Espíritu de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad, Virgen Inmaculada, ángeles, arcángeles y santos del paraíso descended sobre mí.
Fúndeme, Señor, modélame, lléname de ti, utilízame.
Expulsa de mí todas las fuerzas del mal, aniquílalas, destrúyelas, para que yo pueda estar bien y hacer el bien.
Expulsa de mí los maleficios, las brujerías, la magia negra, las misas negras, los hechizos, las ataduras, las maldiciones y el mal de ojo; la infestación diabólica, la posesión diabólica y la obsesión y perfidia; todo lo que es mal, pecado, envidia, celos y perfidia; la enfermedad física, psíquica, moral, espiritual y diabólica.
Quema todos estos males en el infierno, para que nunca más me toquen a mí ni a ninguna otra criatura en el mundo.
Ordeno y mando con la fuerza de Dios omnipotente, en nombre de Jesucristo Salvador, por intercesión de la Virgen Inmaculada, a todos los espíritus inmundos, a todas las presencias que me molestan, que me abandonen inmediatamente, que me abandonen definitivamente y que se vayan al infierno eterno, encadenados por San Miguel Arcángel, por San Gabriel, por San Rafael, por nuestros ángeles custodios, aplastados bajo el talón de la Virgen Santísima Inmaculada.

La Regina Coeli

La Regina Coeli

Alégrate, reina del cielo, aleluya.
Porque el que mereciste llevar en tu seno; aleluya.
Ha resucitado, según predijo; aleluya.
Ruega por nosotros a Dios; aleluya.
Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya.
Porque ha resucitado verdaderamente el Señor; aleluya.
Oración:
Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, te has dignado dar la alegría al mundo, concédenos que por su Madre, la Virgen María, alcancemos el goce de la vida eterna. Por el mismo Cristo Nuestro Señor. Amén.

https://www.youtube.com/watch?v=rNI7BusS1oI
Magnificat

Magnificat

Mi alma canta la grandeza del Señor, mi espíritu festeja a Dios mi salvador, porque se ha fijado en la humildad de su sirvienta y en adelante me felicitarán todas las generaciones. Porque el Poderoso ha hecho grandes cosas por mí, su nombre es santo. Su misericordia con sus fieles se extiende de generación en generación. Despliega la fuerza de su brazo, dispersa a los soberbios en sus planes, derriba del trono a los poderosos y eleva a los humildes, colma de bienes a los hambrientos y despide vacíos a los ricos. Socorre a Israel, su siervo, recordando la lealtad, prometida a nuestros antepasados, en favor de Abrahán y su descendencia para siempre.

Acto de Contrición

Acto de Contrición

Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí, pero mucho más me pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como tú. Antes querría haber muerto que haberte ofendido, y propongo firmemente no pecar más y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén.

el angelus

El Ángelus

El ángel del Señor anunció a María.
Y concibió por obra del Espíritu Santo.
Dios te salve, María…
He aquí la esclava del Señor.
Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María…
Y el Verbo se hizo carne.
Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María…
Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

Oración: 
Infunde, Señor tu gracia en nuestros corazones para que cuantos, por el anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su pasión y su cruz lleguemos a la gloria de su resurrección. 
Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.